Una mesa para 8 comensales que late, que se transforma en un
fondo marino, que es capaz de encender una vela de forma virtual... y de hacer
más cosas. También emite calor "para permitir que los platos conserven su
temperatura", explica el
cocinero Paco Roncero.
Los clientes, de este restaurante tan tecnológico, verán,
incrédulos, cómo se agita un cóctel por sí solo. "La gente se queda
alucinada", dice Roncero. Todo ello en una sala donde se podrá ver la lluvia, oler a tierra
mojada o respirar el aroma del sarmiento mientras se quema. Un
olor atrapado por una máquina y envuelto en una almohada, elemento sensorial a
la hora de comerse una paella. "La gente huele a fuego mientras se come el
arroz", desvela el cocinero.
Luces, sonidos, cambios de humedad... todo controlado por un ordenador.
Falsas fresas con queso parmesano, huevo de codorniz relleno de maiz y consomé
ahumado, filipino de foie... La emoción gastronómica desborda el plato y aquí
adquiere dimensión de función teatral.
Como
aseguraba Salvador Cayón, director de marketing de HP PSG, “Paco
Roncero ha sabido sacar mucho provecho a la tecnología”. En este caso, por
supuesto, la de la marca de la multinacional americana que se ha convertido en
la pieza tecnológica del último proyecto del restaurador. Un proyecto que toma
la forma de lo que el restaurador madrileño ha llamado “taller de las
emociones”. Ubicado en las entrañas del Casino de Madrid,
se presenta como un espacio “creativo, centrado en la investigación y en la
innovación en torno a la gastronomía”. “Queremos generar sensaciones en las
personas que se acerquen hasta este taller”. Y para ello, hay que contar con una invitación
exclusiva ya que, por el momento, el objetivo de Roncero no es comercial.
Fuentes: Antena3 y Newsbook.es